Lo que se pretende con este post es:
- Analizar las diferentes causas y consecuencias que se produjo acusa de la guerr
- Conocer las principales causas y desastre que a generado la guerra.
La Guerra del Fútbol fue llamada así
porque el pretexto para iniciarla fueron los incidentes derivados de un partido
de fútbol que enfrentó a las selecciones nacionales de Honduras y El Salvador.
Fue popularmente bautizada así debido a que durante un partido de las
eliminatorias al Mundial de Fútbol de México 1970 entre Honduras y El Salvador
se evidenciaron las tensiones políticas entre estos dos países que finalmente
los llevaron a un conflicto armado. Fue una guerra breve (duró sólo 6 días)
entre El Salvador y Honduras en 1969. La situación social en ambos países era
explosiva y se buscaba por parte de los militares gobernantes una salida
conveniente para los grupos en el poder político de cada país.
Ese día, un grupo de guardias destacados en Polorós, La Unión, capturó al hondureño Antonio Martínez Argueta, quien era reclamado por dos jueces de Santa Rosa de Lima tras haber asesinado en 1961 a Alberto Chávez y, dos años después, a Marcelina Chávez, en el cantón Las Lajitas, de Polorós.
El arresto de Martínez Argueta, quien era allegado al presidente hondureño, el general O
Así sucedió el 29 de mayo. En la zona fronteriza de Monteca, territorio salvadoreño una patrulla de guardias se enfrentó, al ser emboscada, a un pelotón de soldados hondureños.
En ese combate murieron tres guardias y dos más cayeron prisioneros. Perecieron
Los principales protagonistas
Los roces a raíz de la detención de un delincuente hondureño vinculado con el poder de ese país son otra de las causas que desataron la llamada Guerra de 100 Horas y que un ilustre periodista polaco bautizó con la Guerra del Fútbol.
La verdadera gestación del conflicto entre El Salvador y Honduras fue el 27 de mayo de 1967.
Ese día, un grupo de guardias destacados en Polorós, La Unión, capturó al hondureño Antonio Martínez Argueta, quien era reclamado por dos jueces de Santa Rosa de Lima tras haber asesinado en 1961 a Alberto Chávez y, dos años después, a Marcelina Chávez, en el cantón Las Lajitas, de Polorós.
El arresto de Martínez Argueta, quien era allegado al presidente hondureño, el general O
swaldo López Arellano, encendió la chispa que dos años después haría explotar el conflicto.
A Martínez, que capitaneaba una banda de ladrones salvadoreños y hondureños, lo amparaba López Arellano, quien cuando supo que su ahijado estaba preso ordenó que tropas hondureñas invadieran la jurisdicción salvadoreña en Polorós, con el fin de emboscar a guardias nacionales.
A Martínez, que capitaneaba una banda de ladrones salvadoreños y hondureños, lo amparaba López Arellano, quien cuando supo que su ahijado estaba preso ordenó que tropas hondureñas invadieran la jurisdicción salvadoreña en Polorós, con el fin de emboscar a guardias nacionales.
Así sucedió el 29 de mayo. En la zona fronteriza de Monteca, territorio salvadoreño una patrulla de guardias se enfrentó, al ser emboscada, a un pelotón de soldados hondureños.
En ese combate murieron tres guardias y dos más cayeron prisioneros. Perecieron
también dos soldados hondureños.
Hechos Importantes:
Los latifundistas controlaban la mayor parte de la tierra cultivable en El
Salvador. Esto llevó a la emigración constante de campesinos pobres a regiones
de Honduras cercanas a la frontera con El Salvador. En 1969, Honduras decidió
redistribuir la tierra a campesinos hondureños, para lo cual expulsaron a los
campesinos salvadoreños que habían vivido ahí durante varias generaciones. Esto
generó una persecución de salvadoreños en Honduras y un "regreso"
masivo de campesinos a El Salvador. Esta escalada de tensión fue aprovechada por
los gobiernos de ambos países para orientar la atención de sus poblaciones
hacia afuera, en vez de los conflictos políticos internos de cada país. Los
medios de comunicación de ambos países jugaron un rol importante, alentando el
odio entre hondureños y salvadoreños. Los conservadores en el poder en El
Salvador temían que más campesinos implicarían más presiones a redistribuir la
tierra en El Salvador, razón por la cual decidieron intervenir militarmente en
Honduras.
El 14 de julio de 1969, el ejército
salvadoreño lanzó un ataque contra Honduras y consiguió acercarse a la capital
hondureña Tegucigalpa. La Organización de Estados Americanos negoció un alto el
fuego que entró en vigor el 20 de julio. Las tropas salvadoreñas se retiraron a
principios de agosto.
Al final de la guerra, los ejércitos de ambos países encontraron un pretexto
para rearmarse y el Mercado Común Centroamericano quedó en ruinas. Bajo las
reglas de dicho mercado, la economía salvadoreña (que era la más
industrializada en Centroamérica), estaba ganando mucho terreno en relación a
la economía hondureña. Las dos naciones firmaron un tratado de paz el 30 de
octubre de 1980 por el cual la disputa fronteriza se resolvería en la Corte
Internacional de Justicia.
Resultados de los encuentros
Resultados de los encuentros
* El 6 de junio de 1969 Tegucigalpa:
Honduras-El Salvador 1-0 (0-0 en el descanso)
* el 15 de junio de 1969 San Salvador: El Salvador-Honduras 3-0 (3-0)
* Un desempate hacen juego el 27 de junio de 1969 - El Salvador-Honduras 3-2
(1-2 en el descanso, 2-2 en de jornada completa), jugado en Ciudad de México.
Consecuencias de la guerra
* La muerte de aproximadamente 4,000
personas.
* La finalización de esfuerzo de integración regional conocido como Mercado
Común Centroamericano (MCE), diseñado por EEUU como una contraparte económica
regional para contrarrestar los efectos de la Revolución Socialista en Cuba.
* El refuerzo del papel político de los militares en ambos países. En El
Salvador, en las elecciones legislativas que siguieron, la mayoría de
candidatos del Partido de Conciliación Nacional (PCN) de El Salvador, en esa
fecha en el gobierno, salidos del Ejército, hicieron una enorme apología de su
papel en el conflicto y por consiguiente resultaron victoriosos en las
elecciones de diputados y alcaldes de la época.
* El agravamiento de la situación social en El Salvador, producto de las
deportaciones desde Honduras, ya que el gobierno tuvo que facilitar a estas
personas la reinserción económica, que no se logró satisfacer adecuadamente.
Aumentó la presión social que derivó en la guerra civil que viviría el país
centroamericano.
Conclusión
La guerra entre Honduras y El Salvador
es en el fondo consecuencia de una lucha entre las clases dominantes de los dos
países. Una oligarquía salvadoreña agresiva y más fuerte que, presionada
internamente por la clase explotada, trata de resolver en parte este problema
trasladándolo a Honduras, donde una oligarquía, más débil, se enfrenta los
mismos conflictos y, por lo tanto, se niega gravarlos aún más haciéndose cargo
de un problema que suyo.Para ese año en El Salvador, las clases explotadas,
campesinos y obreros, fueron desviados por un momento por el conflicto, de su
lucha fundamental contra la oligarquía de la época. En Honduras una vez que se
terminó la guerra, el sector más consciente del campesinado en su tiempo
reinició su lucha por la tierra. Para la clase dominante salvadoreña, la
integración y la inmigración de excedente de población son instrumentos para
restarle presión a la lucha de clases comprimidas que se dio en esa época. Para
las clases dominantes hondureñas, de integración y la inmigración salvadoreña
agravaron su problema interno de lucha de clases. Deseo en esta investigación
agregar algunas conclusiones más sobre el conflicto armado y su proceso: Él
Salvador estaba preparado para la guerra, mientras que Honduras no pensar en la
posibilidad de un conflicto armado. La superioridad del ejército salvadoreño
reside en su número, equipo, altos mandos militares y en estar preparado para
una guerra regular. El factor decisivo que inclinó la balanza en favor de la
defensa exitosa de Honduras, fue la participación del pueblo que suplió las
fallas de logística del ejército y controló a los salvadoreños residentes en
Honduras, quienes actuaron en un gran número como agentes de quinta columnistas.
La corrupción y falta de capacidad de la mayoría de los altos oficiales del
ejército hondureño, hubiera significado la derrota en una guerra más prolongada.
Siendo fiel al propósito de la investigación deseó dar mi última conclusión: El
fútbol solamente fue una excusa barata para justificar el costo de la guerra la
cual como hondureños no perdimos pero tampoco ganamos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario